ACOMPAÑAMIENTO
INTEGRAL A LA FAMILIA
Observar, cuidar y acompañar. Desde la esencia y para la esencia.
Un niño feliz es el niño al que se le deja ser. En su espacio y en sus tiempos.
En entornos urbanos, los condicionantes de una sociedad con prisa y con aspiraciones, hace que los agentes implicados en la educación y el desarrollo de los niños miren desde el prisma de lo que nos gustaría que lleguen a ser, sin dejarlos ser. Es complicado, especialmente desde la paternidad, quitarnos los anhelos y acompañar a nuestro hijo desde la calma y la humildad.